Turismo gastronómico

Con este podcast se quiere hacer un recorrido por la importancia de la gastronomía a la hora de ofrecer un nuevo recurso al visitante. El turismo gastronómico se define como el tipo de actividad turística en la que el visitante, cuando viaja lo hace para degustar comida tradicional o un menú de un restaurante con Estrella Michelín o practicar enoturismo. Recordemos que en Castilla y León hay 9 Rutas del Vino: Arlanza, Arribes, El Bierzo, Cigales, Ribera del Duero, Rueda, Sierra de Francia, Toro y Zamora, y si el turista visita sus territorios podrá descubrir los lugares en los que se elaboran algunos de los mejores vinos del mundo. 



Castilla y León es la mayor de las comunidades autónomas españolas y está formada por nueve provincias que comparten gustos y sabores, pero que conservan su propia personalidad. Sin duda, la faceta más conocida de la comida de Castilla y León es la de los asados de cochinillos y corderos, pero no son los únicos. También hay que tener en cuenta otros muchos platos, elaborados con 88 todas las clases de productos gastronómicos que enriquecen su cocina, le dan personalidad y merecen ser conocidos y disfrutados. 

De hecho, en Castilla y León la gastronomía es objeto de culto. No hay más que estar presente en algunas de las jornadas que se dedican al cordero, al cerdo, a la caza, las setas, tomar parte en el ancestral rito de la matanza, o acudir a la Semana Internacional de la Trucha, por citar algunos ejemplos. Incluso en la literatura se han hecho numerosas apreciaciones a la cocina de la zona, y ya en el Cantar de Mío Cid se ponían de manifiesto las virtudes culinarias castellano y leonesas. 

En ningún sitio de España se produce tal cantidad y variedad de legumbres: alubias blancas, pintas, rojas y negras, garbanzos castellanos y pedrosillanos, lentejas variadas, entre las que destacan las de la Armuña, protegida por Denominación de Origen. Las truchas de León y Zamora tienen fama de ser las mejores de España. Aunque no muy grandes, porque las aguas frías no facilitan su desarrollo, sus músculos desarrollados le dan a este pez un excelente sabor. El botillo es un emblema en León. Se compone de espinazo, costillar y rabo de cerdo, y abundante carne adyacente; se embute en el estómago del cerdo y se consume cocido y con patatas en un ritual de exaltación del producto. Los embutidos y el jamón de Guijuelo y La Adrada, en Salamanca, la morcilla de Burgos, el farinato de Ciudad Rodrigo (Salamanca); las salchichas de Zaratán (Valladolid) y los chorizos de Villarcayo (Burgos) y Cantimpalos (Segovia) son un muestrario de la diversidad de productos del cerdo, que tradicionalmente fueron la principal fuente de proteínas de esta extensa región. 

El jamón y el embutido de Guijuelo (de cerdo ibérico puro de bellota) es comparable al mejor Jabugo de Huelva o de Extremadura. Castilla es tierra de palomares, que se dejan notar en el paisaje y la gastronomía. Los pichones, rellenos de boletus, asados solos o con una reducción de vino tinto, alternan con las perdices, que a la segoviana resultan excelentes, con las codornices albardadas.

Escucha aquí el podcast completo (duración: 15:25)

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